domingo, 31 de julio de 2011

Bleeding Richie: Welcome to the family

CAPITULO 1: Procedimiento de inserción.

Es temprano en la mañana. El frío matutino es lo primero que siento, poco antes de que suene el despertador de mi móvil. Como siempre me despierto para escuchar su inútil alarma. Aun así no podía confiarme, el día de hoy es muy importante como para empezar mal desde las primeras horas de la mañana.
Está realmente frío afuera, me pregunto si no será un buen designio…
Mi departamento esta realmente desordenado, desde que he llegado aquí hace aproximadamente una semana que esta todo prácticamente igual. Casi no se puede caminar, hay cajas esparcidas por todos lados. Algunas contienen cosas que traigo desde mi anterior residencia, sin embargo la mayoría tiene cosas que me ha proveído… mmm…como decirlo…mi benefactor…
Entre las varias cosas que aun no he desempaquetado se encuentran electrodomésticos varios y algunos aparatejos. En fin, las pocas cosas que he hecho han sido conectar el televisor y armar mi cama. Ya me daré algún tiempo para organizar todo.
Mientras me visto con mis mejores ropas de invierno escucho en un programa de noticias un pronóstico extendido que anuncia días de crudo frío. Y aunque no le de mucho crédito a los meteorólogos me alegro un poco… ya es esa época del año que tanto me gusta… ya están por llegar los mas ejemplares días de invierno.
Ya casi estoy listo…pero aun me faltan ver algunas cosas bastante importantes.
Tomo asiento en mi cama y de debajo de la misma agarro mis dos armas. Dasser es el nombre que le he puesto al revolver que tengo desde hace tiempo. He llegado a tomarle el afecto suficiente como para ponerle nombre…será eso mucho?
En cuanto a la otra… es una pistola bastante pintoresca y potente. No puedo negar que anoche me respondió bastante bien… Aun así no le tengo suficiente confianza aún, quizás sea porque la tengo hace apenas unos días pero podría ser también porque me la dió mi benefactor. No confío plenamente en él, pero tampoco parece que pueda hacerme daño. Por el momento solo he decidido que trataré de usar esta confusa oportunidad para cumplir mi cometido, mi venganza.
Eso lo veré a su tiempo. Sin embargo por ahora debo pensar un nombre para esta pistola. Estoy poco inspirado en este momento, veremos si mientras el transcurso del día se me ocurre algo. Hoy podría ser un día de locas ocurrencias.
Bueno, se acerca la hora pactada. Apago la televisión y me guardo ambas armas. Y por supuesto, como siempre llevo conmigo mi pluma. Me pregunto cuantas yugulares atravesará hoy.
Espero que todo salga bien. Ya en la puerta, me digo a mi mismo que si es así, pondré orden de una vez por todas. Cierro, y camino presuroso para salir del edificio.
Mi encuentro con la calle es tan placentero como imagine. Adoro cuando el sol es una ausencia. Me resulta repugnante su brillo constante y su insoportable ardor, entonces celebro la venida de estos días helados. Un poco mas de viento del que desearía corre en contra mía, pero esta todo bien. No creo que a mi benefactor le importe si estoy un poco despeinado, o si?
El lugar designado es un elegante café que se encuentra a pocas cuadras de donde vivo, ya había estado aquí en un par de oportunidades antes. Se llama “Da time”, el nombre me agrada. Sentado en una de las tantas mesas vacías espero la llegada de mi benefactor
-Maldita sea, me he dejado olvidado el móvil. Ahora deberé arreglármelas para saber la hora, como solía hacerlo antes. No sé para que he aceptado ese móvil si olvido llevarlo siempre conmigo.
Hay un reloj de pared en el café, en el cual logro distinguir la hora. Aun faltan 15 minutos para que sea la hora acordada, como de costumbre me gusta llegar con un margen de anticipación. Voy a usar este tiempo de espera para maquinar algunas cosas. Debo pensar que hacer en caso de que todo esto sea un engaño. Como sea, se que me las arreglaré.
Faltando 5 minutos entra por la puerta del “Da time”.
Es apenas la segunda vez que lo veo y será la primera vez que me sostendremos una conversación, imagino. La vez anterior solo se me presento como un hombre misterioso que me ofrecía un trabajo especial por el cual me daría residencia y algunas cosas nuevas. Como sabia de que tipo de trabajos hablaba, acepté porque creí que podía ser beneficiado por hacer algo que antes hacia solo y gratis.
Uno se haría una imagen del típico hombre de negocios mafiosos, mediadores o algo por el estilo. Sin embargo solo parece un hombre común y corriente. Ha de tener aproximadamente unos 10 años más que yo, esto seria mas o menos 28 años. Tiene aspecto de ser una persona muy habladora, algo que esta totalmente alejado de la realidad. Además de eso no puedo decir que tenga algo para destacar.
-Me sorprende que ya estés aquí. Estas esperando desde hace mucho?
-No, sin embargo esperaba un poco mas de cordialidad… Pensé que al menos saludarías como es debido.
-Mis disculpas, pero entenderás que tenemos mucho para hablar y aun mas para hacer. Además no espero caerte bien.
-Fantástico, odiaría un trato menos impersonal. Pero cambiando ya de tema, me gustaría que vayamos al grano. Y por cierto, no se tu nombre.
-Y no lo sabrás por ahora joven Richard. Y con respecto a lo otro… Primero quería felicitarte por tu trabajo de ayer, lo hiciste realmente bien, gracias a eso el trabajo de hoy se nos facilita bastante, es decir, se te facilita bastante.
-Lo de ayer no fue nada difícil. Me preocupan otras cosas, como saber para quien voy a trabajar. Por tus palabras y actitudes deduzco que no eres tu el que maneja todo esto. Eres simplemente un agente. Y uno bastante raro en tu parecer, debo admitir.
-Agudo, joven Richard, no esperaba menos de usted. Y justamente es debido a mi raro parecer que he sigo escogido para reclutarte...
-Interesante…reclutarme? Esto se pone cada vez más interesante. Continua que no te interrumpiré por un rato. Y llámame Richie, por favor, suena mejor.
-Muy bien joven Richie. Pero antes que nada quería decirle que no se preocupe por hablar bajo. Después de todo en este café…podemos hablar a gusto, ya sabrá porque.
Volviendo a lo anterior, quería usted saber para quien va a trabajar. Es eso lo que precisamente debo transmitirle. Vera Richie, con el trabajito de los días anteriores, incluido el último, usted ha superado las pruebas para ser reclutado en nuestra….mmm….organización…si se quiere.
Vengo en representación de la Bleeding Family.
Nosotros hemos estado observándolo ya desde hace un buen tiempo, Richie. Cuantos años tiene usted? Diecinueve? Veinte?
-Diecinueve, de todas formas no creo que importe.
-SI que importa, al menos a nosotros. No puede negar usted que es aun bastante joven en relación con lo que se dedica a hacer. Muchos de los miembros de la familia quedaron maravillados con su vida.
No sabemos todo de usted, pero tenemos conocimiento de lo que hacia antes de que lo contactáramos.
-Un celoso trabajo el de observarme, aunque incompleto por cierto. Ustedes no conocen mis razones, tampoco les interesa conocerlas. Además creo que no necesitan saberlas. En cuanto a lo otro, déjeme que yo le cuente. Nada como escuchar la historia del protagonista, imagino.
Miro a mi alrededor, el Da time parece vacío. Mi café está frío, como me gusta, así que le doy un largo sorbo antes de mirar de nuevo a mi interlocutor. Tomo aire, imagino que lo necesitaré.
-Ustedes no precisan escuchar los detalles menores que conciernen a mi persona, Solo narrare los hechos que les interesa.
Mi solitaria empresa empezó cuando tenia 15 años

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